En
la planta baja, y conectado directamente con el puente descrito en
líneas anteriores, un bonito hall de entrada nos da la bienvenida y nos
conduce a través de una bajada con algunas escaleras a las principales
estancias de la vivienda.
Desde aquí ya se deja ver el atractivo estilo y la fuerte personalidad
que nos van a acompañar en el resto de la visita por esta singular
vivienda.
Este rincón posee una poderosa iluminación natural gracias a la
predominancia de vidrios en ventanales y en la puerta de entrada que
conecta con el pasadizo. Esta luz penetra y se funde con la atractiva
mezcla de colores azul intenso y blanco. La madera y la piedra son los
materiales protagonistas, como también lo serán en otras partes de este
chalet.
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Desde
este recibidor, unas escaleras nos comunican con el salón principal de
este nivel, un espacio amplio y luminoso gracias a los grandes
ventanales que, además, nos comunican con el porche. Podemos observar
dos espacios diferenciados, uno convertido en una sala de estar, a la
izquierda y debajo de las escaleras, y el otro en un bonito comedor.
Comenzamos con la parte de la sala de estar, en la que se mantiene la
bonita combinación de los colores azul y blanco, siendo el blanco mucho
más predominante,creando así una atmósfera diáfana y armónica. Aquí, la
madera vuelve a ser la gran protagonista, presente en muebles, en la
parte convertida en pequeña biblioteca y en el marco de la moderna
chimenea. Este espacio atrapa gracias a su calidez, que se consigue con
elementos como la chimenea y la mencionada madera y complementos
decorativos como alfombras o los acogedores sofás. Penetra una gran
cantidad de luz natural desde ambos laterales, ya que el espacio está
literalmente rodeado de ventanales. Las pinceladas de color se
consiguen gracias a complementos decorativos como cuadros o textiles.
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