Habíamos dicho que el comedor se contenía tras estas paredes, ya que se comunica directamente con la cocina por medio de la puerta que ven sobre el margen izquierdo. En la actualidad tiene otra función muy distinta, ya que el comedor ocupa una posición de honor en el centro del gran salón. Esta sala desprende intimidad y paz por su menor tamaño, respecto al salón contiguo.

A continuación, pasamos a conocer el amplio recibidor del que habíamos hablado. Destaca la puerta blindada de seguridad de la entrada principal. Este rincón presume por vestir su suelo de moqueta, elemento muy confortable nada más entrar en la vivienda. Si fijan la mirada en el margen izquierdo, contemplamos un bonito ventanal con vidrieras en forma de rombos, lo que nos recuerda que estamos ante un hogar con reminiscencias castellanas.

Esta vivienda tiene tres dormitorios, uno de ellos es de servicio con baño en suite. Los dos principales se sitúan al otro lado, uno al lado del otro. En la actualidad se accede a los dos por la misma puerta de acceso, ya que la doble puerta, tipo francesas, del segundo cuarto están bloqueadas. Se accede a un pequeño pasillo en el que los accesos a los dormitorios están enfrentados, dejando el baño de uso común en el centro.

Si giramos 90 grados a la izquierda, entramos al cuarto principal. Destaca no sólo por su amplitud y grandiosidad, sino por albergar su propio baño en suite. Las dos fotografías que enmarcan este párrafo son dos vistas del mismo dormitorio en las que vemos todos sus elementos elevados al cuadrado: un gran ventanal de doble hoja, un gran armario empotrado que ocupa todo un lateral del mismo... todo un espacio con posibilidades de un segundo ambiente para lectura. Las paredes se visten a media altura por medio de un friso de papel pintado rematado por una cenefa.