Dentro de esta misma estancia, hallamos otro espacio habilitado también como salón. Dispone en este caso de suelo de mármol y un estilo decorativo que contrasta con el ambiente anteriormente descrito: en esta ocasión, la armonía de los tonos madera reta a la sobriedad del blanco y gris, aunque sin duda la protagonista principal es la increíble mesa de madera y cristal que podemos ver en la imagen. Desde esta parte del salón podemos acceder a la terraza que vemos en la imagen inferior. Ésta está ubicada en una de las dos fachadas laterales de la vivienda, y desde ella podemos ver el frondoso jardín de la vivienda que cuenta, como vemos, con una zona de juego infantil equipada con columpio. Además, apreciamos el acceso exterior a la terraza de la planta superior a través de una sofisticada, original y moderna escalera de caracol con balaustrada de acero y peldaños de cristal. Y al fondo del jardín una zona de barbacoa, indispensable para disfrutar de los días libres en el jardín.

Retomando nuevamente la visita interior del inmenso salón, nos situamos ahora en una perspectiva en la que disfrutamos del comedor, con capacidad para bastantes comensales, y cuyo espacio queda perfectamente definido por la insólita estructura de madera que, extendiéndose por el techo, flanquea ambos extremos de este ambiente. A la derecha de la imagen, tenemos el detalle del acceso al salón – comedor, a través de una amplia puerta de doble hoja y tras la cual atisbamos también el recibidor de la vivienda. El tono ocre de las paredes y el suelo de mármol, contrastan con el wengué de los rodapiés y el cerezo de las puertas, combinándose e integrándose de tal modo que la sensación visual final deja un sabor elegante y sobrio.

En la imagen sobre estas palabras vemos detalle del comedor desde una perspectiva oblicua. Tal y como se indica arriba, las texturas, colores y materiales están pensados para facilitar una sensación de distinción y exclusividad.