AMBASSADOR - Referencia C18729
Chalet en EL PLANTÍO - Página II

El hall de entrada es un gran distribuidor donde se ubica un ascensor que comunica las tres plantas de la vivienda. Éstas se muestran funcionalmente divididas y el distribuidor es el eje común que une las dos alas en las que claramente se separa el interior de la casa: a un lado se encuentran los salones y el dormitorio principal, y al otro, la zona de invitados y servicio.
Por tanto, el pórtico de acceso a la vivienda nos deja de frente la vista del gran cilindro central en el hall, dentro del cual se ubica el ascensor y una sala de cine adicional. A la izquierda se halla una escalera que nos eleva a la planta superior; a través de una pasarela en cuyo recorrido se extienden estanterías de madera que provienen y continúan a una gran sala que en la actualidad es una preciosa biblioteca. Dicha pasarela desemboca en el dormitorio principal.
A la derecha del hall, descendiendo por una breve escalinata, llegaremos a la zona de comedor, invitados y servicio.


Sobre estas líneas tenemos una amplia zona de estar cuyas vistas se dirigen al jardín japonés con el estanque que un poco más atrás veíamos. Como ya podemos intuir, los interiores de esta casa no dejan nunca de tener presente el exterior. Lo podremos constatar en las siguientes imágenes, pero aquí queda patente por las grandes paredes de vidrio que facilitan la sensación de estar dentro y fuera de la vivienda al mismo tiempo.
La decoración interior se ha completado con obras de arte y mobiliario exclusivo de interior. Grandes clásicos atemporales del diseño de interior tienen cabida en esta magnánima construcción. Concretamente, las piezas que vemos en esta zona de recibo dispuestas alrededor de la original mesa de centro son sillones “Eames”, basados en el diseño de Billy Wilder en 1956.

Nos encontramos sobre estas líneas una perspectiva del impresionante salón. Podemos apreciar claramente la diferencia de nivel con respecto al hall de bienvenida. A este respecto, indicar que la pendiente del terreno en el que está alzada la casa (que cae en sentido norte – sur) permite que en cada uno de los niveles de la vivienda existan salidas directas al exterior, por lo que cada una de dichas plantas se puede considerar independiente de las otras.
Como dato curioso del esmero y cuidado con el que se planteó esta espectacular vivienda, indicar que este impresionante salón se diseñó en función del gran artesonado policromado que luce encima del gran ventanal que dirige las miradas al jardín. La pieza pertenecía a un importante caserón que se incendió en su totalidad y pudo ser rescatado y restaurado en el siglo XIX. 
La gran pared de vidrio, de 17 metros de longitud, recorre longitudinalmente la estancia y es en realidad una colosal estructura que se puede plegar (a través de un mecanismo hidráulico oculto) con la finalidad de abrir el salón al jardín, haciendo que interior y exterior se fundan en un solo espacio.

El comedor principal es otra muestra de la magnificencia y cuidadoso estudio del diseño de cada uno de los rincones de la casa. Como característica definitoria se encuentra el techo abovedado especialmente pensado y diseñado para facilitar una acústica perfecta, de manera que desde cualquier punto de la sala, cualquiera de los hasta treinta dos comensales que tienen cabida, pueda oír perfectamente a cualquier otro sea donde fuere la ubicación entre ellos.
Por otro lado, la incidencia en el sorprendente diseño de las distintas estancias no debe hacernos pensar que con ello se menoscaban otros aspectos de la construcción. Las calidades utilizadas para su ejecución, como no puede ser de otra manera, son destacables, tal y como se podrá apreciar en el pavimento de grandes piezas de mármol que recubre la práctica totalidad del suelo, o la madera maciza laminada allá donde las características de la vivienda y la voluntad del constructor determinaron precisa su utilización.

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