El gran tamaño de la zona de salones -.unos 130 m2- permite definir hasta cuatro distintos ambientes (uno de ellos presidido por una magnífica chimenea francesa en mármol blanco y gran embocadura), más zonas de transición. Techos altos de hasta 3,40 metros con decorativos foseados, molduras y plafones para lámparas de gran tamaño.
En la remodelación de la vivienda se emplearon forjados con vigas de gran porte lo que permite definir espacios absolutamente diáfanos, al extremo que la columna que podemos ver al fondo de la imagen está colocada a efectos puramente decorativos, a fin de conseguir una atractiva división visual de los distintos espacios.

A pesar de sus grandes dimensiones la zona de salones es realmente luminosa pues dispone de luces en tres de sus cuatro paños.
Tanto la carpintería exterior como la interior está realizada en madera maciza lacada en blanco, con diseño en cuarterón en las puertas cristalera y liso en ventanas; los herrajes giratorios en bronce dorado al fuego.
Los huecos exteriores se protegen con contraventanas en acero templado "a la mallorquina", también lacadas en blanco.

Una de las zonas de estar, con dos ventanas a la fachada principal.
Mencionaremos aquí que durante la reforma se prestó especial atención al acabado de las paredes, con paños de considerable superficie, consiguiendo un meticuloso acabado "en liso" que ha permitido la aplicación de pinturas decorativas de alta calidad.

Al fondo de la zona de salones encontramos el paso a este atractivo estar-invernadero, que ya mencionamos al inicio del reportaje y que nos da salida tanto al jardincillo francés como a la piscina y su zona de solarium.
Todas las cristaleras pueden abrirse a fin de incorporar visualmente el jardín al interior en épocas de buen tiempo. Los suelos en grandes piezas de granito y a la derecha (tapado por una planta) un pequeño bar.