Éste es un barrio de Madrid perteneciente al distrito de Chamartín, situado en la zona noreste de la ciudad, colindante con el distrito de Salamanca. Sus límites son: al oeste, la calle Príncipe de Vergara; al sur, la calle María de Molina y la Avenida de América; al este, la M-30; y al norte, la calle de López de Hoyos (una de las calles más largas de la ciudad que destaca por su gran actividad comercial.), la calle del Padre Claret y la avenida de Ramón y Cajal. Todas estas calles de amplias avenidas permiten un tránsito constante, pero sin atascos, y de muy fácil evacuación.
Desde que surgió en la periferia de Madrid, el barrio ha ido creciendo en tamaño y en habitantes de manera constante. En 1898 se integró al distrito de Buenavista y desde 1955 forma parte del distrito de Chamartín.
A finales de la primera década del siglo XX surge en Madrid un estilo nuevo de urbanización inspirado en la Ciudad Jardín inglesa de Ebenezer Howard y en la Ciudad Lineal de Arturo Soria. El modelo se desarrolló principalmente en terrenos de Chamartín de la Rosa donde se crearon “colonias” de viviendas unifamiliares que dieron a la zona su peculiar carácter.

Hoy día, estas colonias históricas, que gozan de protección urbanística, mantienen todo su encanto original convertidas en auténticas islas dentro de la vorágine de la gran urbe. Sin embargo, durante las décadas de los sesenta y setenta se produce la renovación del caserío con la demolición ininterrumpida de los edificios más antiguos, anteriores a la guerra civil, que todavía permanecían en pie, y su sustitución por viviendas modernas estandarizadas que ganan en altura e intensifican el uso del suelo, en un proceso de renovación física.

Distintas líneas de metro cruzan su geografía para satisfacer la demanda de transporte público. Los pulmones del distrito como el Parque de Berlín y la Hacienda Ciudad Lineal son ideales para pasear o hacer deporte, además de las instalaciones del Polideportivo Municipal Pradillo.

Ambassador les presenta este precioso chalet pareado de 4 alturas de una extensión aproximada de 300 m2 y una parcela alrededor de 200 m2. Este chalet está a estrenar y entre sus bondades se cuentan el jardín delantero y trasero, donde ya están las instalaciones listas para una futura piscina. Al ser un chalet pareado la iluminación natural está garantizada, inclusive en la planta sótano. Se accede al interior desde el lateral. Entramos directamente a un amplio recibidor, siendo el centro neutral de la vivienda. Desde aquí parten las diferentes estancias alrededor de ella tanto a lo ancho como a lo alto. Una elegante y moderna escalera será nuestra columna vertebral para la visita. En la primera imagen pueden ver un detalle de la misma con la mirada dirigida al salón delantero.

Sobre estas líneas pueden observar un plano del salón en el que vemos sus dos ventanales de cuerpo entero y doble hoja. Al ser de nueva construcción, todos los ventanales de pared son de climalit, ideales para aislar del ruído y de las temperaturas adversas. En el lateral izquierdo, se abre otra pequeña a media altura.

En la planta baja se sitúan estas tres estancias: el salón, ocupando todo el frente de la casa; el recibidor, centro de la vivienda; y la cocina, asignándole toda la parte trasera junto al jardín y una terraza. Entre estas dos imágenes que rodean al párrafo, hay solo una diferencia de perspectiva entre sí: en la superior vemos la entrada al salón, con la cocina en la lejanía; y en la inferior, ya vemos el aseo de visitas, justo al otro lado de la puerta principal de la calle.

El suelo de toda la casa se viste de un bonito parquet de madera tipo roble sutter bajo una estética moderna de paredes lisas y techos sin ningún elemento decorativo.