AMBASSADOR - Referencia C15018
Chalet en Ciudalcampo - Página I

La Urbanización Ciudalcampo, desarrollada a partir de los primeros años de la década iniciada en 1970, se ubica a la izquierda de la Autovía Nacional I (en sentido de salida de Madrid). Situada sobre un terreno compuesto por pequeñas colinas de suaves pendientes goza de unas incomparables vistas sobre la sierra madrileña y se beneficia de su inmediata proximidad a los centros de servicios, comerciales y de ocio de las cercanas localidades de San Sebastián de los Reyes y Alcobendas. Su cuidada urbanización, con uno de los mejores campos de Golf de la Comunidad de Madrid, ha hecho de esta zona una de las más demandadas de entre las que tienen como eje la citada autovía, más conocida como carretera de Burgos.

En una zona central de la urbanización, muy cerca de la Avenida de Guadalix -eje central de la misma y muy cerca ya también de sus límites con el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares- encontramos la singular propiedad objeto de este reportaje. Recordamos que el citado parque es el espacio natural protegido de mayor superficie de la Comunidad de Madrid y uno de los de mayor valor ecológico y paisajístico de toda España y está declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1993 y Zona Especial de Protección para Aves.
En la imagen una perspectiva frontal de la vivienda en toma realizada desde la entrada a la parcela en donde encontramos una amplísima zona de maniobra y aparcamiento para automóviles que complementa el garaje abierto para dos coches que podemos ver a la derecha de la edificación.

La parcela tiene una extensión de 3.200 m2, parte de los cuales se desarrollan en pendiente lo que ha permitido jugar con los volúmenes de la edificación de forma muy dinámica. A su vez el jardín se desenvuelve de forma diferenciada en un primer nivel, de tipo más urbano y otras partes que a lo largo de la pendiente se han conservado de forma más natural en cuarto a su vegetación.
En la imagen una vista de la fachada posterior de la vivienda, que se configura de forma escalonada con cubiertas a varias aguas -en teja árabe- que se prolongan en amplios aleros que producen unas atractivas terrazas y balconadas.

Una nueva perspectiva del chalet nos deja ver la generosidad con que fueron proyectadas las áreas exteriores, sin duda uno de los grandes atractivos de la vivienda. Porches, pérgola con enredaderas y terrazas en varias de sus fachadas invitan a la vida en el exterior en cualquier época del año.
El chalet fue terminado de construir por sus actuales propietarios -que lo adquirieron en obra- durante el año 2002; un cuidadoso mantenimiento ha producido que su estado actual sea impecable, hecho debido también a la gran calidad de los elementos empleados en su construcción, entre los que sobresalen sus suelos en barro natural cocido, cuidadosamente barnizado.

Esta vista del chalet nos deja ver la zona de jardín superior, en la que es protagonista una magnífica piscina de forma irregular, con escalones interiores de acceso y vaso recubierto en gresite azul y dotado de iluminación. A su alrededor una amplia y abierta pradera de cuidado césped que limita con las zonas naturales mediante frondosos macizos de plantas, muchas de ellas aromáticas.
El chalet tiene una superficie construida de 600 m2 que se desarrollan según un proyecto que contempla dos plantas más semisótano, todo ello dentro de una estructura dotada de un atractivo juego de volúmenes definidos por muros de mampostería recubiertos en monocapa color vainilla tostada.

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