AMBASSADOR - Referencia C11299
Chalet en Pozuelo - Página I

Pozuelo de de Alarcón es, en cierto modo, la continuación de Aravaca y se configura como una muy particular zona residencial que podríamos decir goza de una "doble personalidad". De una parte su proximidad al casco urbano de la capital le permite disponer de forma inmediata de la extraordinaria variedad de todo tipo de servicios que podemos encontrar en el barrio de Argüelles, de la otra la ruptura que supone el salir del citado casco urbano nos lleva a la agradable sensación que siempre supone el "desconectar" de la gran ciudad.
Sus extraordinarias comunicaciones, con salidas inmediatas tanto a la A-6 como a la M-30, M-40 y Carretera de Castilla nos permiten realizar con gran facilidad cualquier tipo de desplazamiento.
De otra parte la cercanía a todos los servicios que han ido creándose y creciendo su entorno hacen la vida en esta localidad particularmente fácil y grata, con todo lo necesario para el "día a día" a muy corta distancia de nuestra vivienda.

Alrededor del casco urbano de Pozuelo de Alarcón se han desarrollado numerosas urbanizaciones que gozan de gran prestigio por la calidad de sus instalaciones y excepcional estado de mantenimiento. Una de las más conocidas es, sin duda alguna, la de Monteclaro.
En esta urbanización, en una calle particularmente tranquila pero relativamente cercana al funcional y cuidado centro comercial que se apoya en la carretera que lleva de Pozuelo a Majadahonda, se encuentra situada la propiedad que Ambassador les propone en este reportaje.

La extensión de la parcela, que se desarrolla sobre una superficie prácticamente plana, es de 2.464 m2. La vivienda se encuentra muy cerca de uno de sus laterales cortos, por lo que la parte trasera deja espacio para un amplísimo jardín, piscina y pista de tenis.
Sobre dicha parcela se edificó, en el año 1976 un chalet que, tras la profunda reforma efectuada en el año 2000, cuenta con una superficie construida de 671 m2. En dicha reforma se edificó además un pabellón independiente para el garaje, destinando el antiguo a la ampliación de la superficie con que se contaba originalmente como vivienda, en si misma.

En las tres fotografías situadas sobre estas líneas podemos ver distintas perspectivas de las fachadas delantera y trasera del chalet, en donde podemos ver su construcción, realizada en ladrillo blanco, con cubiertas a dos aguas realizadas en teja de fibrocemento de color burdeos.
A destacar el paseo de acceso a la vivienda que finaliza en un representativo porche encolumnado que nos da paso a una amplia puerta de entrada dotada de vidrieras laterales.

La vivienda se desarrolla en dos plantas. En la planta baja encontramos la zona de recibo y la zona de servicio, además del pabellón-garaje previamente comentado. La planta superior se destina exclusivamente a constituirse en "zona de noche".
Entre las calidades presentes en el chalet podemos destacar su carpintería exterior, en aluminio blanco con cristalería climalit, las contraventanas también en blanco, en madera o aluminio, "a la mallorquina", la carpintería interior de madera lacada en blanco, con herrajes de bronce dorado, las paredes con preparación "en liso" y pinturas a la laca y los suelos de tarima de roble con fajeado perimetral de madera tropical obscura.
La calefacción y producción de agua caliente sanitaria por caldera de gas (con servicio centralizado en la propia urbanización).

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